Cuando mi hermano me encomendó esta misión de ofrecer unas palabras en memoria de mi papá
Fueron muchas las ideas y recuerdos que nos llegaron
Me ha dejado el reto de resumir en unos minutos casi noventa y un años de vida
Y son varias las palabras que podrían sintetizar ese recorrido
La primera que quiero destacar es gratitud
Gracias por haber conocido a mi mamá
Y junto con ella habernos acompañado en nuestra formación
Gracias por haber sido un buen padre
Del quien puedo decir que jamás escuché una mala palabra
Y que nos formó sin castigos
Nos apoyó en la medida de sus posibilidades
Pero sobre todo, nos dejó ser
Por aquellas fotos maravillosas de blanco y negro
Puedo decir que fue un niño muy bonito
Un joven buen mozo
De quien mi mamá se enamoró
Y en sus últimos años
Puedo decir que fue un viejito que se dio a querer por todos los que le conocieron
La vida y su trabajo lo llevaron a Sogamoso
A Acerías Paz del Río
En donde trabajó casi toda su vida laboral
De niños, le acompañábamos a sus partidos de fútbol
Y creo que por ello mi hermano le heredó la pasión por ese deporte
Y en general por todos los deportes
Por la empresa, a mi me heredó el tema de lo industrial
Entre muchas otras cosas
Debo reconocer que por momentos era cascarrabias
Pero se le pasaba relativamente rápido
Y ya le conocíamos ese lado
Y quienes estuvimos cerca de él
Lo sabíamos sobrellevar
En todo caso, era un viejito muy querido
Como le decía mi mamá
Otra palabra que puedo compartir es privilegio
Llegar a los noventa años y más es privilegio de pocos
Privilegio que sentimos al poder estar con ellos durante tantos años
De sentir su calidez cuando le visitábamos
Porque definitivamente era un buen anfitrión
Privilegio de aprender tantas cosas que sólo pueden enseñar los años
Sus últimos años fueron tranquilos
De una vida de día a día en que su frase era:
"Vamos a ver lo que nos prepara mi diosito hoy día"
Hoy reflexiono pensando que es otra manera de decir
Que debemos estar tranquilos
Pues cada día trae su propio afán
Privilegio de haber conocido tantas personas maravillosas
Como las que hoy nos acompañan
Pero sobre todo, porque también de alguna manera
Momentos como hoy
Nos hacen entender
Que a los padres también se les conoce gracias a sus hijos
Y así, de esta manera, quienes conocen o conocieron a mi papá
A mi viejo
Nos queda la tarea de preservar su recuerdo
Ahora, vivo en sus nietos, hijos y amigos
Quiero terminar nuevamente con la palabra gratitud
Gratitud a mi hermano por su dedicación
A Yolanda
A todos
Gracias
Fueron muchas las ideas y recuerdos que nos llegaron
Me ha dejado el reto de resumir en unos minutos casi noventa y un años de vida
Y son varias las palabras que podrían sintetizar ese recorrido
La primera que quiero destacar es gratitud
Gracias por haber conocido a mi mamá
Y junto con ella habernos acompañado en nuestra formación
Gracias por haber sido un buen padre
Del quien puedo decir que jamás escuché una mala palabra
Y que nos formó sin castigos
Nos apoyó en la medida de sus posibilidades
Pero sobre todo, nos dejó ser
Por aquellas fotos maravillosas de blanco y negro
Puedo decir que fue un niño muy bonito
Un joven buen mozo
De quien mi mamá se enamoró
Y en sus últimos años
Puedo decir que fue un viejito que se dio a querer por todos los que le conocieron
La vida y su trabajo lo llevaron a Sogamoso
A Acerías Paz del Río
En donde trabajó casi toda su vida laboral
De niños, le acompañábamos a sus partidos de fútbol
Y creo que por ello mi hermano le heredó la pasión por ese deporte
Y en general por todos los deportes
Por la empresa, a mi me heredó el tema de lo industrial
Entre muchas otras cosas
Debo reconocer que por momentos era cascarrabias
Pero se le pasaba relativamente rápido
Y ya le conocíamos ese lado
Y quienes estuvimos cerca de él
Lo sabíamos sobrellevar
En todo caso, era un viejito muy querido
Como le decía mi mamá
Otra palabra que puedo compartir es privilegio
Llegar a los noventa años y más es privilegio de pocos
Privilegio que sentimos al poder estar con ellos durante tantos años
De sentir su calidez cuando le visitábamos
Porque definitivamente era un buen anfitrión
Privilegio de aprender tantas cosas que sólo pueden enseñar los años
Sus últimos años fueron tranquilos
De una vida de día a día en que su frase era:
"Vamos a ver lo que nos prepara mi diosito hoy día"
Hoy reflexiono pensando que es otra manera de decir
Que debemos estar tranquilos
Pues cada día trae su propio afán
Privilegio de haber conocido tantas personas maravillosas
Como las que hoy nos acompañan
Pero sobre todo, porque también de alguna manera
Momentos como hoy
Nos hacen entender
Que a los padres también se les conoce gracias a sus hijos
Y así, de esta manera, quienes conocen o conocieron a mi papá
A mi viejo
Nos queda la tarea de preservar su recuerdo
Ahora, vivo en sus nietos, hijos y amigos
Quiero terminar nuevamente con la palabra gratitud
Gratitud a mi hermano por su dedicación
A Yolanda
A todos
Gracias
( Andrulas )
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