El tiempo es sólo un océano que cruzar
Para un marinero de los mares del destino
Como agujas tintadas pintando la piel
Escarbando nombres, marcas, ideas
Tomando medidas de sangre y dolor
Curando viejas heridas abriendo (otras nuevas) nuevas
Empezamos con un viejo sueño despertado por un cruce de caminos
Han sido meses de compaña
Las tierras están agostadas
Tripas llenas, vejigas vacías
La impedimente revienta de carga
Medran sus vidas a costa de otros
Sanguijuelas henchidas de sudor ajeno
Bosques sobre bosques como nubes sobre nubes
Van paso a paso cruzando los valles
Oigo sus risas, me hierve la sangre
Oigo las voces de nuestros hijos muertos
Nuestros padres aún echan de menos
La tierra recién derramada en las tumbas
Hermanas caídas con hierro en las manos
Madres que se aprestan
Así como el fuego
Se enciende sobre el mar
La diosa de las mil caras despertará
Las montañas bailan a su ritmo de carne batiente
Susurros vacíos cubiertos de andrajos
Espíritus huecos, ojos muertos y fríos
El tiempo los sigue (el tiempo los sigue)
La añoranza se abrasa (la añoranza se abrasa)
Escucha como cantan las montañas
Mientras aplastan la carne de los francos
Hemos venido a alzar a nuestros muertos
Para bañarnos con ellos en la sangre
El muro avanza implacable
Empujando hasta el horizonte
La estancia abierta a la niebla
El peso respira promesas de fuego
Silencio desenredándose lentamente
Fina tela de araña cortante
Sueño pálido y frágil tratando de avivar un espíritu quebrado
Para un marinero de los mares del destino
Como agujas tintadas pintando la piel
Escarbando nombres, marcas, ideas
Tomando medidas de sangre y dolor
Curando viejas heridas abriendo (otras nuevas) nuevas
Empezamos con un viejo sueño despertado por un cruce de caminos
Han sido meses de compaña
Las tierras están agostadas
Tripas llenas, vejigas vacías
La impedimente revienta de carga
Medran sus vidas a costa de otros
Sanguijuelas henchidas de sudor ajeno
Bosques sobre bosques como nubes sobre nubes
Van paso a paso cruzando los valles
Oigo sus risas, me hierve la sangre
Oigo las voces de nuestros hijos muertos
Nuestros padres aún echan de menos
La tierra recién derramada en las tumbas
Hermanas caídas con hierro en las manos
Madres que se aprestan
Así como el fuego
Se enciende sobre el mar
La diosa de las mil caras despertará
Las montañas bailan a su ritmo de carne batiente
Susurros vacíos cubiertos de andrajos
Espíritus huecos, ojos muertos y fríos
El tiempo los sigue (el tiempo los sigue)
La añoranza se abrasa (la añoranza se abrasa)
Escucha como cantan las montañas
Mientras aplastan la carne de los francos
Hemos venido a alzar a nuestros muertos
Para bañarnos con ellos en la sangre
El muro avanza implacable
Empujando hasta el horizonte
La estancia abierta a la niebla
El peso respira promesas de fuego
Silencio desenredándose lentamente
Fina tela de araña cortante
Sueño pálido y frágil tratando de avivar un espíritu quebrado
( Falcata )
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